Creado por:
Carlos Lasserre
A la pregunta: ¿entregamos el máximo que podemos entregar?, la respuesta lógica es “No”. La siguiente pregunta presenta una respuesta más compleja: ¿Por qué no?
En la vida diaria solemos realizar múltiples actividades, obligaciones y tareas que nos aportan poco valor. Muchas veces permitimos que lo que es de poca importancia se mezcle con lo verdaderamente importante por no reconocer la diferencia, y el hábito está tan arraigado que cuando queremos diferenciarlo se hace difícil. Esto se estudia en el liderazgo moderno bajo el concepto de “Esencialismo”. Es decir, la persecución disciplinada de lo esencial en desmedro de lo irrelevante.
Si consideramos que somos seres limitados, con una fuente de energía limitada, es de vital importancia plantearnos donde estamos enfocando esa energía. En resumen, el Esencialismo postula que para obtener un resultado más eficiente, se deben utilizar los mínimos esfuerzos para lograr los máximos beneficios. Esta es una de las trampas de “Entregar el máximo posible”. Puede mal interpretarse como “Entregar el máximo esfuerzo posible”, sin embargo apunta a todo lo contrario, a como mediante esforzarte menos puedes lograr más. Es decir, esforzarte mejor. La clave está en el proceso de eliminar, al igual que en el proverbio chino que dice “La felicidad no está en adquirir riquezas sino en sustraer los deseos”.
La vida no dejará de bombardearnos con lo trivial, somos nosotros los encargados de decir que No. No a lo que no nos aporta, No a satisfacer expectativas de otros.El decir que No puede ser la herramienta más positiva de todas cuando se descubre su poder: cada segundo ahorrado en una actividad que no necesitamos en nuestra vida y a la que decimos No, puede ser un segundo extra que invertiremos mejor donde más lo necesitemos.
Para obtener el máximo posible debemos pactar pequeñas e infinitas renuncias que se deben soltar en busca del objetivo mayor, sin remordimientos. Al entregar el máximo posible, logramos entre otras cosas:
a. Dar sentido a lo que hacemos
Al identificar lo esencial mediante la eliminación de lo trivial y poner todo nuestro foco en ello, el camino se hace más propio y por ende nos hace mayor sentido. Estamos consiguiendo lo que nosotros queremos conseguir.
b. Tomar el control de nuestra vida
Cuando escogemos los lugares y momentos donde depositar nuestra energía y pactamos la paz con aquello a lo que no daremos prioridad, evitamos el agobio y la carga que generaría absorber todas las tareas sin priorizar, y la insatisfacción que genera la acumulación de pendientes sin gestión. Si no priorizamos nuestras tareas, otros lo terminarán haciendo por nosotros.
Dos ejemplos prácticos para desarrollar este tema:
Ejemplo 1:
Prepara un listado con todas las actividades que realizas diariamente. En otra columna coloca nota de 10 a 1 el esfuerzo que te significa (1 el máximo). En la tercera columna, del 1 al 10 el beneficio que te trae (10 el máximo). En una cuarta columna anotar el resultado de la multiplicación de la segunda y tercera columna. Revisa los resultados bajo 50, estas tareas deberías replanteártelas.
Ejemplo 2:
Prepara un listado con las actividades que te gustaría realizar durante el día y que no realizas. En otra columna marca el motivo porque no lo has hecho. Revisa las actividades bajo 50 del listado del Ejemplo 1, ya que en la segunda columna aparecerán tareas irrelevantes que al ser eliminadas darán tiempo para las que son verdaderamente importantes. Un consejo: nunca culpes al tiempo. El tiempo es infinito, existió antes, ha existido durante y existirá después de ti. Lo verdaderamente finito es tu imaginación para saber manejarlo. Sé protagonista, trabaja en la imaginación. Del tiempo que se encarguen otros.
Muy buena !!! Gracias por el aporte !
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