viernes, 3 de junio de 2016

El Hombre como Ser Social e Intelectual


Vivimos en una época peligrosa. 
 El ser humano ha aprendido a dominar 
la naturaleza mucho antes de haber 
aprendido a dominarse a sí mismo.
__________ 
Albert Schweitzer (1875-1965) Filósofo, médico y escritor alemán.


Creado por:

Ignacio Corvalán



El humano, como Ser complejo, se ha desarrollado y evolucionado en un contexto social gracias al dominio de la naturaleza, la forja de herramientas, su reflexión y  espiritualidad.

Desde un origen primigenio, la magia, el arte rupestre y la elaboración de herramientas de caza constituían el universo consiente del hombre en el devenir de una incipiente historicidad. Pero aquel Humano que sobrevivía a las inclemencias de clima, las bestias y la naturaleza, pronto se organizó en clanes y grupos con el objeto de brindarse mutuo apoyo y, por supuesto, a interesarse por temas intelectuales. Siendo consiente, dándose cuenta de un problema y resolverlo con ánimo ya no tan solo de sobrevivencia, también con ánimo de crecimiento personal aquellas innumerables problemáticas que se le presentaban.

La sociología, la antropología, la etnología, entre otras ciencias, concluyen que el ser Humano existe siempre en relación con otros seres Humanos, lo que equivale a una permanente interacción entre ellos.

Por tanto, el hombre en palabras del profesor Mario Verdugo “…no existe, sino que coexiste; no vive, sino que convive” y ésta dependencia social permite la civilización. De la cual solo nos podemos alejar, por un impulso antisocial, denominado Ego.

El Hombre, Ser Social

¿Es el hombre un ser social? Problema que debemos evaluar desde corrientes filosóficas que responden desde dos perspectivas distintas, una de ellas Mecanicista y otra Organicista.

Los primeros, Mecanicistas, también llamados Atomistas, ven la sociedad como una suma de individuos, un aglomerado de partes que permanecen distintas entre sí. Observándose claramente a los individuos por un lado constituyendo una única realidad y sustancia, donde los grupos sociales que ellos generan son  meramente funciónales, cumplen un objetivo determinado. Y por otro lado observamos claramente una sociedad, pero no como una realidad, sino como una abstracción, una ficción, que no tiene vida propia. (Partidarios de esta visión de la sociedad fueron Sócrates, J.J. Rousseau, entre otros.)

Los segundos, Organicistas, ven a la sociedad como una unidad originaria donde los individuos mantienen la relación de miembros y, por lo tanto, solo pueden ser comprendidos partiendo de la naturaleza del todo (todos somos sociedad). La sociedad es anterior al individuo y conserva un carácter espiritual, es decir, el grupo social tiene un alma independiente de los individuos. Lo que se ha llamado “conciencia colectiva”. En cada sociedad podremos identificar diferencias entre unas y otras, distinguiendo una voluntad independiente de otras sociedades. (Partidarios de esta visión de la sociedad fueron Platón, Aristóteles, Hegel y Spencer, entre otros.)

Difícil posición tenemos hoy al alero de una sociedad nueva que se colapsa, se destruye y vuelve a nacer en un devenir tecnológico, que con independencia de contacto humano nos ha llevado al desarrollo y a la civilización, tomando el Ego ya no como un vicio que nos aleja de la CONVIVENCIA sino como un camino aceptado, envidiado y aplaudido por la sociedad exitista. Difuminándose entonces las corrientes Mecanicistas y Organicistas planteadas previamente.

El Hombre, Ser Intelectual

El intelecto, se puede cuantificar de muchas formas, una de ellas es mediante las matemáticas y los diversos test, que persiguen la objetividad de un resultado. Pero el objeto principal de ellos es mostrar la capacidad que tiene el evaluado para resolver una problemática determinada.

La humanidad para estar donde está, sin lugar a dudas ha ido resolviendo problemas determinados de acuerdo a su capacidad de conciencia de los problemas que la estancan y no permiten su desarrollo dentro de un también determinado contexto histórico- social-económico, y han pasado milenios antes de encontrar una solución o un cambio de paradigmas.  Ejemplo de estos cambios revolucionarios son, el dominio de la naturaleza, el desarrollo de la agricultura, las matemáticas, el lenguaje y su escrituración, la moneda de cambio, la industrialización, la automatización, entre otros hitos. Siempre avanzando a la civilización.

Podríamos decir que la Humanidad es progresista, persistente y resiliente por esencia. Pero también olvidamos aquellos problemas que no se nos presentan en el cotidiano.

Hombre, Ser Social e Intelectual

Si convenimos, por un momento de que somos seres sociales e intelectuales. Es decir, hacemos vida en comunidad y resolvemos los conflictos como la comunidad que somos, podríamos concluir que lo logramos a través de la participación ciudadana y la organización del poder. Por ende, somos Seres Políticos como dice AristótelesZoon Politikon” o animales políticos, ya que el Poder de autodeterminación lo entregamos a la sociedad-Estado para que éste lo organice y jerarquice, de manera que aquellos problemas que nos afectan a todos sean resueltos de forma eficaz y eficiente, por las personas a quienes les hemos entregado la administración del Poder. Sin embargo, ¿podemos afirmar hoy, comenzando el siglo XXI, que somos una Sociedad Intelectual, siguiendo la lógica planteada?

Resulta difícil, ya que al parecer nos hemos alejado de la sociedad, en tanto problemas comunitarios, y nos concentramos en los problemas individuales o que afectan a las personas cercanas. Somos individuos egoístas, o poco sociales. Alejados del servicio público, preocupados del servicio propio.

A su vez, nos hemos alejado de la Intelectualidad, ya no valoramos, en términos generales, la producción de filosofía, arte y música, literatura (en un sentido amplio) y Cultura en general. Hemos negado el ocio nos hemos NEGOCIADO, y desvirtuado a un punto en el cual la valoración de la OBRA Humana, poco importa, ya que mercantilmente o económicamente, esta subvalorada. Así vamos perdiendo esta intelectualidad. La que nos permite reflexionar, cuestionarnos, reconstruirnos y finalmente Civilizarnos.
Somos Animales Políticos, es decir, desde nuestra individualidad construimos sociedad intelectual. Si bien podríamos decir que existen sociedades animales como las hormigas y las abejas, que tienen una organización jerárquica, trabajo, y vida en comunidad al igual que los Seres Humanos, nos diferenciamos de ellas por nuestra capacidad de reflexión y por nuestra conciencia, es decir, la capacidad de darnos cuenta de aquello que interpretamos “bueno” o “malo”.

A todo esto debemos sumarle, el elemento más importante, el hombre crea cultura, modifica la naturaleza y la hace propia a través de objetos, por ejemplo construcciones arquitectónicas, herramientas de construcción, vasijas, ropajes, entre otros objetos que nos dan identidad cultural. Un tercer elemento que nos diferencia de los animales es la comunicación mediante un lenguaje que nos permite expresar mediante signos aquello que tenemos en nuestro interior.

Construyamos sociedad con la conciencia de que nuestro trabajo y nuestras acciones repercuten en la comunidad, por ende todo lo que hagamos o dejemos de hacer, nos afecta directamente, ya que no vivimos aislados. El hombre no es una isla, y la forma más inteligente de seguir sobreviviendo como Humanidad, es con el Amor como justo medio de nuestros actos, propiciando una actitud mental colaborativa.





Bibliografía

Manual de Derecho Político. Instituciones Políticas Tomo I. Mario Verdugo Marinkovic y Ana Maria Garcia Barzelatto. Editorial Jurídica de Chile.

3 comentarios:

  1. Felicitaciones Ignacio. Un gran aporte. Sigue la senda de los que le dan sentido a su vida y dan pautas de como progresar.

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  2. Felicitaciones Ignacio. Un gran aporte. Sigue la senda de los que le dan sentido a su vida y dan pautas de como progresar.

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  3. Estimado Ignacio, gracias por recordarnos nuestra potencial chispeza intelectual, al respecto en relación con vuestro parrafo "...nos hemos alejado de la intelectualidad, nos hemos negociado y desvirtuado.."; creo que al presente status quo ha contribuido enormemente el potente enfoque teológico y filosofías afines que han dominado con relativamente poco contrapeso, el devenir intelectual-social de occidente desde hace mas o menos 1700 años.

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