Creado por:
Carlos Lasserre
Existe un concepto muy de moda que tiene sus raíces en el Budismo y que se denomina “Mindfulness”, es decir, el ser conscientes del aquí y el ahora. Cuando repasamos nuestras conversaciones con otras personas o con nosotros mismos, normalmente descubrimos que están basadas o en eventos del pasado o en eventos que están por ocurrir. Pocas veces nos damos la instancia para conversar de lo que nos pasa aquí y ahora. La ironía recae en que es justamente este espacio temporal, el ahora, el único donde tenemos un verdadero margen de acción para generar nuestros cambios. Al vivir conscientemente el ahora, somos capaces de:
a. Disfrutar lo que tenemos y hacemos:
El valorar lo que tenemos por sobre lo que podríamos llegar a tener, no solamente nos aleja de frustraciones, también nos sirve para vivir en un estado de constante regocijo. Ser conscientes de cosas tan básicas y que usualmente damos por sentado, como tener nuestros cinco sentidos funcionando, poder admirar la maravilla detrás de algún evento de la naturaleza, o simplemente vivir, nos ayuda a contextualizar lo que vivimos en la escala de su verdadero valor. Mientras más capaces seamos de maravillarnos con las grandezas que nos regala el día a día, menos importancia le daremos a las pequeñeces de las que a veces se nos priva.Y si realizamos una actividad no deseada a plena conciencia, sin la ansiedad que involucra la espera de la recompensa posterior, podemos encontrar regocijo en actividades que nunca antes imaginamos.
b. Anticipar el futuro:
Todo evento futuro nace con un evento presente. Este concepto, si bien simple, pasa muchas veces desapercibido ante nuestros ojos. Lo decía Alan Kay: “La mejor manera de predecir el futuro, es inventarlo”. Si estamos realmente alertas a lo que está sucediendo a nuestro alrededor ahora, seremos capaces de corregir a tiempo los eventos no deseados del mañana.
c. Cultivar una Vida Sana:
La Psicología explica que a medida que se habilitan los canales de conciencia hacia el ahora, el flujo de información que utiliza la mente para la rumiación y la preocupación disminuye. La rumiación son los sentimientos negativos que se asocian a experiencias pasadas, es decir “quedarse pegados”. La preocupaciones la atención en posibles eventos del futuro y sus consecuencias negativas. Ambos coexisten en tiempos que están fuera de nuestro control, pasado y futuro, y eliminarlos ayuda a disminuir sensaciones de ansiedad y estrés.A menudo invertimos tiempo en preocupaciones en lugar de invertirlo en tomar acción ahora para evitarlas. La clave está en identificar lo evitable, como dice la oración de la serenidad: “Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para reconocer la diferencia”.
Existen estudios neuro-biológicos del Mindfulness que incluso demuestran su influencia en el manejo del dolor. A mayor conciencia del dolor, aumenta la tolerancia al mismo y acelera el proceso de sanación.
Dos ejemplos prácticos para desarrollar este tema:
Ejemplo 1:
Prepara un listado con todo lo que tengas en tu vida que consideres valioso, y en otra columna todo lo que te gustaría tener. Luego coloca una nota del 1 al 10 para dar valor a cada una, y compara ambos listados. Una buena forma de eliminar el mito de la relación entre felicidad y dinero, es revisar cuantas cosas de alto valor de la primera columna son gratis.
Ejemplo 2:
Prepara un listado con todas tus preocupaciones de eventos futuros y en otra columna todas aquellas cosas que estés haciendo hoy para eliminar o mitigar su impacto. Encontrarás bastantes espacios vacíos en la segunda columna y esto explica porque los acumulamos como preocupaciones. Completa el listado y borra la palabra “Pre” al título de “Preocupaciones”
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