martes, 16 de febrero de 2016

Bases Teóricas y Tareas Prácticas para un nuevo Contrato Social






Por:
Sergio Arratia
Andrés Tapia






En el “El Contrato Social”, Rousseau parte del supuesto del estado de naturaleza personal, en donde viven los hombres en un plano de igualdad, contentos y satisfechos, bastándose a sí mismos. Todos los males aparecen con el progreso civilizador, la división del trabajo, como consecuencia del desarrollo de las artes y de la aparición de la propiedad privada, la que crea distinciones entre ricos y pobres que rompen la felicidad natural y originan el establecimiento de la sociedad civil.

En su concepto, la sociedad política se crea mediante un pacto social, porque únicamente puede justificarse la autoridad y conservarse la libertad mediante el acuerdo y el consentimiento. Cada individuo cede a la comunidad sus derechos naturales, estableciéndose de este modo una organización política, con voluntad propia distinta de los miembros que la integran.     

Dentro del Estado, cada individuo posee una parte igual e inalienable de la soberanía considerada en su totalidad y recobra de nuevo, bajo la protección del Estado, los derechos de que se desprendió originalmente.  El contrato tiene entonces un carácter social no es un pacto gubernativo, es un acuerdo mutuo entre individuo y estado.

Formado el Estado, la voluntad de la mayoría representa a la voluntad general, pero antes sin embargo, debió el pacto social formarse por el consentimiento unánime de todo el pueblo. Donde no existe soberanía popular, expresa el autor citado, se desconoce el contrato social, existe el despotismo, el dominio ilegitimo de una sola persona sobre las demás.   

SITUACIÓN ACTUAL

Profundizar en un Nuevo Contrato Social para Chile, sin lugar a dudas pasa imperiosamente por abordar el tema de la modernización del Estado, el cual debe estar basado en el consenso de todos los actores sociales, por tanto, esta modernización deberá ser vertical y horizontal en todos los poderes del Estado. Implementar esta idea se transforma en una utopía. 

Esta hipótesis de utopía la podemos ver por ejemplo en la Reforma Educacional, en teoría muy buena para todos. Sin embargo, no todos los actores están bajo un consenso, por tanto el intento de implementación genera una crisis social, que siempre conocemos como comienza, pero no sabemos en qué puede terminar.

Por otra parte, es necesario realizar una revalorización del individuo, de la sociedad y de su relación con el progreso. Para ello, es necesario que el Poder Legislativo pueda coincidir en leyes que protejan los derechos esenciales, como son el derecho a la salud, a la educación y tener un techo que le permita vivir dignamente… Nos queda la duda si realmente el individuo y la sociedad consideran estos derechos como básicos. Es posible que también se tenga que redefinir cuáles serán los nuevos derechos que el individuo debe tener….Tal vez sea necesario legislar respecto a los ingresos o a cómo evitar que las empresas se transformen en agentes que corrompan al individuo y sean vistas como una amenazas al bienestar social.

El pacto social en su origen busca dejar en manos de la autoridad pública la regulación y el control de la mayoría de los temas sociales, de modo que, renunciando a la libertad e iniciativa privada, se reciba una protección central de ciertos derechos supuestamente vulnerados cuando no está presente el Estado.

Parece ser que un sentimiento de desánimo ha inundado los corazones de la gente común, que cada vez se debe levantar más temprano para poder llegar a sus trabajos, que perciben una inestabilidad permanente en sus fuentes laborales, que viven presa de de la delincuencia común y la de cuello y corbata, que no puede acceder a una salud y educación de calidad. Después de conocer los acontecimiento de los últimos meses, da la impresión que el trabajo honrado y honesto no es el camino para acceder al éxito material.  Observamos con estupor cómo las grandes compañías no cumplen con su parte del pacto social evadiendo impuestos y sobornando a los honorables Senadores y Diputados de la República.

Nos preguntamos ¿Por qué hemos llegado a este estado de cosas?

Tal vez, los mismos ciudadanos hemos sido descuidados con la cosa pública. No nos hemos ocupado respecto del ser ciudadanos. Exigimos muchos derechos, pero no estamos dispuestos a hacer sacrificios, ni siquiera, estamos dispuestos a ir a votar. Tal vez debamos partir por reeducarnos en nuestros deberes cívicos. En ese contexto, la prensa libre e independiente cumple un rol fundamental. Pero si el ciudadano común no se prepara al momento de escoger a sus representantes, si sigue siendo un ciudadano pasivo e individualista, será difícil construir un nuevo pacto social que se haga cargo de las demandas actuales de los ciudadanos. 



PROPUESTAS PARA EL FUTURO

En nuestra opinión, el Nuevo Pacto Social que debemos construir debe mirar hacía el pasado, como lo hace el Dios de dos caras. Un país que proyecta su futuro ignorando el legado de sus ancestros, no tiene destino. Esos hombres que hace más de 130 años hicieron esfuerzos tan grandes para hacer de Chile una mejor nación, pensaban que heredarían a sus hijos una Patria más Justa y Buena, en donde el esfuerzo y el trabajo fueran los motores esenciales para ascender en la vida y no el apellido o el colegio donde estudiaste. Esta patria ha sido construida por todos y no puede ser patrimonio de unos pocos.

CONCLUSIONES

En nuestra opinión Chile necesita un nuevo contrato social por las siguientes razones:
1. El neoliberalismo ha terminado dominando prácticamente en todo el orbe, haciendo que las desigualdades sociales y económicas sean cada vez mayores, lo que genera que el individuo y la sociedad se encuentren totalmente desprotegidas por el Estado.

2. La responsabilidad social, económica y de bien común que debe poseer el Estado, está extremadamente disminuida debido a las siguientes causas:
  • Política de privatizaciones que ha generado una carga tributaria regresiva.
  • El Estado bajo el sistema neoliberal está imposibilitado de atender el bien común.
  • El poder político no tiene herramientas para hacerse cargo de los problemas de la gente.


3. Se requiere realizar una reformulación del mapa político, económico, social y cultural del país, que permita continuar creciendo a tasas razonables, de tal manera que el Nuevo Contrato Social logre establecer las bases de una institucionalidad con derechos garantizados, la que permita crear las condiciones de una repartición equitativa de la riqueza que funcione en provecho del desarrollo económico y de todos los agentes sociales.

Estamos inmersos en una oportunidad histórica para construir un Chile plenamente democrático, con justicia social garantizada en una nueva Constitución. Este cambio estructural, necesario e impostergable, pone los cimientos para que Chile se convierta en un país desarrollado, en el cual la justicia social este institucionalizada.

BIBLIOGRAFIA

Historia de las ideas políticas    Germán Urzúa Valenzuela

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